En el marco de debates-coloquio propuestos por Unión Progreso y Democracia de las Rozas, ayer tuvo lugar el que abordaba el tema de la enseñanza y la educación en España que contó con los ponentes, profesionales de la enseñanza en activo, Carlos Herrán Martínez, Adrián Begoña Moncó, Responsable del Grupo de Educación de UPyD, José María Calleja y D. Miguel Ángel Munguía Santamaría.
El acto fue presentado y moderado por Miguel Hermoso, quien propuso debatir planteando los problemas sin complejos y buscando los puntos comunes, para construir sobre ellos respetando las diferencias que nos enriquecen. Para encauzar las intervenciones, Hermoso planteó a los invitados tres preguntas comunes, ¿ha fracasado el sistema educativo? ¿se respeta la figura del profesor? ¿qué propone para mejorar la situación?
En su intervención, Adrián Begoña, profesor de secundaria de música, y coordinador de educación de UPyD Madrid, comentó varios gráficos que representaban la situación comparativa de la educación en España, de acuerdo con el informe Pisa y otros baremos. Según su interpretación, era muy alarmante ver cómo a partir del año 2000, recién instaurada la LOGSE, se inició un declive de los resultados que aún no ha parado. Los datos no dejan margen al optimismo, pues en lugar de mejorar, están llevando a nuestros estudiantes a un nivel de capacitación que los marginará de los canales competitivos europeos y mundiales. Asimismo, expresó su opinión con respecto a la autoridad del profesor, que ha sufrido una gran degradación como consecuencia de la transformación radical de la sociedad española en las últimas décadas. Se ha pasado de la disciplina rígida a la permisividad absoluta, que dificulta la tarea docente y merma los derechos de los propios compañeros y compañeras de las aulas.
Las palabras de José María Calleja, profesor de filosofía del IES Las Rozas I, y ex-director del IES Ignacio Ellacuría de Alcorcón, participaban de ese pesimismo. En su opinión, «la situación es dramática, siendo uno de los primeros errores la unificación en el sistema de la FP y los alumnos de integración, la enseñanza comprensiva se ha transformado en comprimida, y no hemos alcanzado ninguna mejora social en ese terreno». Por otra parte, el profesor Calleja denunció el hecho de que los profesores de bachillerato no están preparados para la enseñanza obligatoria, pues aquélla lleva inherente una motivación de la que carecen un gran número de estudiantes que se ven forzados a terminar sus estudios pese a todo. Tuvo ocasión de expresar el desánimo del gremio, la falta de consenso en la aplicación de la LOE, y el «estrepitoso fracaso de la participación en los consejos escolares». Concluyó su intervención pidiendo un gran pacto de educación, y recordó las palabras de Montesquieu, «lo que no invirtamos en educación lo pagaremos en solucionar la delincuencia».
El profesor Carlos Herrán Martínez, director del IES Gran Capitán, matizó el tono pesimista de su predecesor, considerando que no se trataba de un fracaso, sino de que el sistema no ha respondido a las enormes expectativas que se habían depositado en él. Resaltó el bajo nivel de la educación científica en nuestro país, y denunció que el sistema educativo ha llegado a ser un aparato al servicio del partido que gobierne en cada momento. Reiteró las opiniones anteriores sobre la autoridad en las aulas y la responsabilidad que los padres puedan tener en la educación de los hijos, especialmente en la secundaria, sin desestimar que es el docente quien tiene que ganarse el respeto de sus alumnos desde el primer día.
Según Herrán, se ha llegado a la situación de hipocresía en que los gobiernos están más interesados por el número de personas escolarizadas que por la calidad de la enseñanza que se les puede ofrecer. Comentó con interés una de las medidas de Obama, según la cual los profesores cuyos alumnos obtengan mejores resultados verán su trabajo recompensado en forma de incentivos laborales, aunque no veía la forma de aplicarlo en España de una forma imparcial y eficaz.
El cuarto participante en el debate, Miguel Ángel Munguía Santamaría, profesor de educación física, amplió las ideas ya expuestas y criticó el hecho de que en cuarenta años la educación española haya sufrido cuatro reformas, más o menos profundas, que dan al traste con cualquier objetivo de continuidad y solidez de un sistema tan importante para el desarrollo como es el educativo. Explicó que la labor de los profesores de instituto no se circunscribe a las sesiones de clases, sino que va más allá, con ciclos de actividades, charlas y cursillos complementarios. En su opinión, no es posible simultanear la enseñanza con la educación de los alumnos de los institutos. «A esas edades, estamos preparando futuros universitarios, y la educación es algo con lo que ya tienen que contar desde cursos anteriores».
Para cerrar la primera parte, Adrián Begoña expuso los planteamientos de UPyD en este campo, que pueden resumirse en tres puntos principales, 1) recuperación de las competencias educativas por parte del estado, 2) reivindicar la pedagogía del contenido y 3) dotar al sistema de transparencia
A continuación tuvo lugar un animado turno de intervenciones de los asistentes, con interesantes matizaciones y propuestas, entre las que cabe citar: aumentar la inversión en educación, recuperación de la relevancia social, educativa y formativa del «maestro» del ciclo de primaria, mejorar la formación continuada del profesorado, afianzar la autoridad del profesor en las aulas, etc
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